miércoles, 30 de julio de 2014

Lecciones 211 a 220 de Un Curso de milagros

SEXTO REPASO - Introducción


1. Para este repaso utilizaremos sólo una idea por día y la practi­caremos tan a menudo cómo podamos. 2Además del tiempo que le dediques mañana y noche, que no debería ser menos de quince minutos, y de los recordatorios que han de llevarse a cabo, cada hora durante el transcurso del día, usa la idea tan frecuentemente como puedas entre las sesiones de práctica. 3Cada una de estas ideas por sí sola podría salvarte si verdaderamente la aprendie­ses. 4Cada una de ellas sería suficiente para liberaros a ti y al mundo de cualquier clase de cautiverio, e invitar de nuevo el recuerdo de Dios.
2. Con esto en mente, demos comienzo a nuestras prácticas, en las que repasaremos detenidamente los pensamientos con los que el Espíritu Santo nos ha bendecido en nuestras últimas veinte leccio­nes. 2Cada uno de ellos encierra dentro de sí el programa de estu­dios en su totalidad si se entiende, se practica, se acepta y se aplica a todo cuanto parece acontecer a lo largo del día. 3Uno solo basta. 4Mas no se debe excluir nada de ese pensamiento. 5Necesitamos, por lo tanto, usarlos todos y dejar que se vuelvan uno solo, ya que cada uno de ellos contribuye a la suma total de lo que queremos aprender.
3. Al igual que nuestro último repaso, estas sesiones de práctica giran alrededor de un tema central con el que comenzamos y concluimos cada lección. 2El tema para el presente repaso es el siguiente:     . .

3No soy un cuerpo. 4Soy libre.
5Pues aún soy tal como Dios me creó.

6El día comienza y concluye con esto. 7Y lo repetiremos asimismo cada vez que el reloj marque la hora, o siempre que nos acorde­mos, entre una hora y otra, que tenemos una función que trans­ciende el mundo que vemos. 8Aparte de esto y de la repetición del pensamiento que nos corresponda practicar cada día, no se requiere ningún otro tipo de ejercicio, excepto un profundo aban­dono de todo aquello que abarrota la mente y la hace sorda a la razón, a la cordura y a la simple verdad.
4. Lo que nos proponemos en este repaso es ir más allá de todas las palabras y de las diferentes maneras de practicar. 2Pues lo que estamos intentando esta vez es ir más de prisa por una senda más corta que nos conduce a la serenidad y a la paz de Dios. 3Sencilla­mente cerramos los ojos y nos olvidamos de todo lo que jamás habíamos creído saber y entender. 4Pues así es como nos libera­mos de todo lo que ni sabíamos ni pudimos entender.
5. Hay una sola excepción a esta falta de estructura. 2No dejes pasar un solo pensamiento trivial sin confrontarlo. 3Si adviertes alguno, niega su dominio sobre ti y apresúrate a asegurarle a tu mente que no es eso lo que quiere. 4Luego descarta tranquila­mente el pensamiento que negaste y de inmediato y sin titubear sustitúyelo por la idea con la que estés practicando ese día.
6. Cuando la tentación te asedie, apresúrate a proclamar que ya no eres su presa, diciendo:

2No quiero este pensamiento. 3El que quiero es ________ .

4Y entonces repite la idea del día y deja que ocupe el lugar de lo que habías pensado. 5Además de estas aplicaciones especiales de la idea diaria, sólo añadiremos unas cuantas expresiones formales o pensamientos específicos para que te ayuden con tu práctica. 6Por lo demás, le entregamos estos momentos de quietud al Maes­tro que nos enseña en silencio, nos habla de paz e imparte a nues­tros pensamientos todo el significado que jamás puedan tener.
7. A Él le ofrezco este repaso por ti. 2Te pongo en Sus manos, y dejo que Él te enseñe qué hacer, qué decir y qué pensar cada vez que recurres a Él. 3Él estará a tu disposición siempre que acudas a Él en busca de ayuda. 4Ofrezcámosle este repaso que ahora comenzamos, y no nos olvidemos de Quién es al que se le ha entregado, según practicamos día tras día, avanzando hacia el objetivo que Él fijó para nosotros, dejando que nos enseñe cómo proceder y confiando plenamente en Él para que nos indique la forma en que cada sesión de práctica puede convertirse en un amoroso regalo de libertad para el mundo.
  
LECCIÓN 211 - 30 de julio

No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.

1. (191) Soy el santo Hijo de Dios Mismo.

2En silencio y con verdadera humildad busco la gloria de Dios a fin de contemplarla en el Hijo que Él creó como mi Ser.

3No soy un cuerpo. 4Soy libre.
5Pues aún soy tal como Dios me creó.

LECCIÓN 212 - 31 de julio

No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.

1. (192) Tengo una función que Dios quiere que desempeñe.

2Busco la función que me ha de liberar de todas las vanas ilu­siones del mundo. 3Solamente la función que Dios me dio puede ofrecerme libertad. 4Eso es lo único que busco y lo único que aceptaré como propio.

5No soy un cuerpo. 6Soy libre.
7Pues aún soy tal como Dios me creó.

LECCIÓN 213 - 1+ de agosto

No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.

1. (193) Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda.

2Una lección es un milagro que Dios me ofrece, en lugar de los pensamientos que concebí que me hacen daño. 3Lo que aprendo de Él se convierte en el modo en que me libero. 4Por eso elijo aprender Sus lecciones y olvidarme de las mías.

5No soy un cuerpo. 6Soy libre.
7Pues aún soy tal como Dios me creó.

LECCIÓN 214 - 2 de agosto

No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.

1. (194) Pongo el futuro en Manos de Dios.

2El pasado ya pasó y el futuro aún no ha llegado. 3Ahora estoy libre de ambos. 4Pues lo que Dios da sólo puede ser para el bien. 5Y acepto únicamente lo que Él da como lo que me pertenece.

6No soy un cuerpo. 7Soy libre.
8Pues aún soy como Dios me creó.

LECCIÓN 215 - 3 de agosto

No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.

1. (195) El Amor es el camino que recorro con gratitud.

2EI Espíritu Santo es mi único Guía. 3Él camina a mi lado con amor. 4Y le doy las gracias por mostrarme el camino que debo seguir.

5No soy un cuerpo. 6Soy libre.
7Pues aún soy tal como Dios me creó.

LECCIÓN 216 - 4 de agosto

No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.

1. (196) No puede ser sino a mí mismo a quien crucifico.

2Todo lo que hago, me lo hago a mí mismo. 3Si ataco, sufro. 4Mas si perdono, se me dará la salvación.

5No soy un cuerpo. 6Soy libre.
7Pues aún soy tal como Dios me creó.

sesión de práctica puede convertirse en un amoroso regalo de libertad para el mundo.


LECCIÓN 217 - 5 de agosto

No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.

1. (197) No puede ser sino mi propia gratitud la que me gano.

2¿Quién debe dar gracias por mi salvación sino yo mismo? 3¿Y cómo sino a través de la salvación puedo encontrar el Ser a Quien debo estarle agradecido?

4No soy un cuerpo. 5Soy libre.
6Pues aún soy tal como Dios me creó.

LECCIÓN 218 - 6 de agosto

No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.

1. (198) Sólo mi propia condenación me hace daño.

2Mi condenación nubla mi visión, y a través de mis ojos ciegos no puedo ver la visión de mi gloria. 3Mas hoy puedo contemplar esta gloria y regocijarme.

4No soy un cuerpo. 5Soy libre.
6Pues aún soy tal como Dios me creó.

LECCIÓN 219 - 7 de agosto

No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.

1. (199) No soy un cuerpo. 2Soy libre.

3Soy el Hijo de Dios. 4Aquiétate mente mía, y piensa en esto por un, momento. 5Luego regresa a la tierra, sin confusión alguna acerca de quién es aquel a quien mi Padre ama eter­namente como Su Hijo.

6No soy un cuerpo. 7Soy libre.
8Pues aún soy tal como Dios me creó.

LECCIÓN 220 - 8 de agosto

No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.

1. (200) No hay más paz que la paz de Dios.

2Que no me desvíe del camino de la paz, pues ando perdido por cualquier otro sendero que no sea ése. 3Mas déjame seguir a Aquel que me conduce a mi hogar, y la paz será tan segura como el Amor de Dios.

4No soy un cuerpo. 5Soy libre.
6Pues aún soy tal como Dios me creó.